El sueño alterado lo consideramos una gran amenaza. Las dificultades se relacionan con los vacíos, la oscuridad, los miedos, las dudas. Es el momento donde “perdemos el aparente control” y nos entregamos a la noche.
El sueño lo evaluamos en la calidad del despertar y no en el tiempo que dure el sueño. El sueño debe ser reparador, refrescante, motivador. Podemos dormir seis horas y resultar suficiente, o diez horas y amanecer cansados, desmotivados. A grandes rasgos podemos diferenciar el insomnio:
.: De conciliación: es la dificultad para dormirse.
.: De fragmentación: es el sueño fraccionado, entrecortado; no es posible el sueño continuo.
.: El despertar temprano: No se duerme el tiempo pautado y una vez despierto no se puede conciliar nuevamente el sueño.
Las cuestiones vinculadas al sueño se resuelven durante el día: es decir cómo se plantea la jornada y cómo uno se prepara para dormir en la noche.
La acupuntura es nuestra alternativa en el tratamiento del insomnio.
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