“La principal fuente de dolor es la búsqueda del bienestar”
Buddha, Siglo V a.C.

El dolor es una sensación desagradable, un sentimiento, un afecto, modalidad energética que nos acompaña durante toda la vida, en algunos momentos más evidente y en otros casi imperceptible, marcando límites, situaciones de transición, como preámbulo de un nuevo ciclo. El desapego necesario para comenzar una nueva era.

El dolor no se limita simplemente al plano físico, el dolor que se mantiene en el tiempo, el dolor crónico, inunda también otros planos: el mental y el espiritual. Se trata de una frontera, un umbral. El dolor crónico se acompaña de otros sentimientos, difíciles de individualizar: culpa, baja autoestima, depresión, angustia, ira, frustración, resentimiento, alteración de la personalidad. Nuestro ego puede además contaminar esta situación. Se compromete el sueño, la actividad social, laboral y familiar.

De alguna u otra forma el dolor se hace presente en nuestras vidas, como la luz que se filtra por una persiana entreabierta, el dolor es inherente a la actividad humana. Como una amalgama, una aleación, donde no pueden individualizarse los componentes, el dolor se entremezcla y está presente en cada acto humano. “Cierto dolor es necesario”.

Para tratar el dolor es importante tener en cuenta estas cuestiones, de otra manera el alcance del tratamiento del dolor será de un horizonte muy cercano. Nuestro tratamiento con acupuntura es holístico, es la perspectiva del todo, la visión contextual y lineal simultánea, el todo es más que la suma de las partes. No se trata simplemente de anestesiar el dolor, se trata de abordarlo desde su contexto, de entenderlo, interpretarlo, desmenuzarlo, “peinarlo en todos los sentidos”, donde el compromiso del paciente es clave: necesita mejorar, quiere estar bien, tiene un rol protagónico; no es un espectador. Nuestra interpretación del dolor es genérica, es decir que nos referimos a todo sentimiento, sensación, percepción que se aleja de nuestra “zona de balance”, nuestra “zona de armonía”.

La acupuntura es el tratamiento para el dolor.

Podemos aplicarla individualmente o asociada a otras terapias que se definen en cada caso en particular. La acupuntura energética nos permite el tratamiento holístico del dolor, debido a la interacción energética que habilita esta técnica-arte.

Es un excelente neuromodulador actuando en la “plasticidad neuronal” del dolor. La acupuntura puede prácticamente tratar el dolor de cualquier región u origen, porque no se trata simplemente de un tratamiento sintomático, sino que buscamos el origen del síntoma, “la causa y su consecuencia”, es decir un fenómeno simultáneo.

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